Acaba el viaje 2022, llego al final de este trayecto. Ha sido un viaje donde he creado un mundo de momentos, donde he vivido un sinfín de experiencias, en el que me he cruzado con muchas personas; algunas se han ido para siempre y otras han llegado para quedarse. Un viaje que ha tenido lágrimas que me recuerdan que soy un ser humano, emocionante y emocional, y también sonrisas que iluminan cuando todo parece apagarse. Un viaje lleno de decisiones, tomadas y sin tomar, con las que he puesto rumbo a mi futuro. Un viaje donde me he perdido y me he vuelto a encontrar. Un viaje que me ha ido construyendo, formando y moldeando hasta llegar a la persona en que me he convertido y soy hoy, aquí y ahora.
Empieza el viaje 2023, con la maleta repleta de propósitos, viejos y nuevos, buenas intenciones y proyectos.
Y lo que quiero es desearte que este nuevo viaje sea un viaje en el que VIVAS, así, en mayúsculas. Que sea un viaje en el que recuerdes que no hay emociones pequeñas y en el que crezcas, sabiendo que crecer significa atreverte a hacer las cosas de forma diferente. Que sea un viaje en el que tengas presente que el intentarlo pesa gramos y el arrepentirse toneladas. Que sea un viaje en el que te des cuenta de que la Vida es de quien tiene la valentía de Vivirla y que eso provoca pánico, y que disfrutes de esa sensación: la de tener una vida por delante.
Y quiero también desearte palabras, sí, palabras; palabras que te creen pensamientos y que esos pensamientos los transformes en acciones; que con esas acciones construyas tu realidad y que esa realidad te convierta en lo que puedes llegar a ser, de forma que cuando llegues al final del viaje 2023 puedas mirar atrás y decir: ¡He Vivido! y estés orgullos@ de la persona en la que te has convertido.
Buen viaje a este nuevo destino: 2023
