¿Abrazas?

¿Qué es un abrazo?

          Según la RAE es “La acción y efecto de abrazar”, y abrazar, según la misma RAE, tiene varios significados, entre ellos: “ceñir con los brazos” y “estrechar entre los brazos en señal de cariño”.

Y para ti,

¿Qué significa un abrazo?

          Cuidado que pregunto qué significa no qué es… Ya que hay una gran diferencia entre lo que es el acto de dar un abrazo como define la RAE y lo que puede significar para cada uno de nosotr@s. Te dejo un espacio para pensarlo, te espero unas líneas más abajo…

           Ya estás por aquí! Genial!! Quiero compartir lo que significa para mí abrazar a otra persona.

          Abrazar para mí significa el poder de conectar, significa tirar abajo las barreras mentales y emocionales que me separan de otro ser humano. Significa atreverme a ir más allá de mi espacio vital para entrar en el del otro. Significa contacto. Significa decirle a la otra persona que la reconozco, que la siento como ser único y genuino que es. Significa entregarme.

            ¿Sabes cual es una de las cosas más impresionantes de los abrazos? Es cerrar los ojos, soltarme, respirar profundamente y sentir como mi corazón y respiración se acompasan con los de la otra persona. Esos son los tipos de abrazos que les llamo “Abrazos para quedarse a dormir”, y son esos en los que me siento en casa y donde estoy tan agustito, seguro y cuidado que siento que el tiempo se para.

           Si suena raro lo que digo, observa la cara de felicidad que pone un niño entre los brazos de su madre o de su padre, lo seguro que se siente ahí dentro. El calor que desprende un abrazo reduce la ansiedad, calma el espíritu, emociona, hace sentir, reconforta, agradece, reconoce…. El abrazo es un lenguaje internacional, no entiende de fronteras más allá de las mentales.

          Y hay una noticia maravillosa y es que todos tenemos esa capacidad de dar y recibir abrazos. Lo único que con el paso del tiempo se nos olvida, nos da miedo el que pensarán, nos asusta sentir… Y resulta que solo hay que atreverse. Al principio uno se siente raro, como siempre que hacemos algo por primera vez. Y es a base de entrenar, de repetirlo, de entregarnos que nos vamos sintiendo cada vez con más y más confianza, perdemos el miedo y al final somos capaces de desconectar el piloto automático y dar esos “abrazos para quedarse a dormir”.

          Me gustaría invitarte a que lo experimentes, a que pruebes a dar uno de estos abrazos de los que te hablo. Y que no te limites solo a darlo y apreciarlo, sino que lo DISFRUTES. Empieza por abrazarte a ti mism@ y luego lo exportas a los demás, verás como no sólo cambia tu mundo sino también el de tod@s los que rodeas con tus brazos. ¿Abrazamos?